Velocidad de
crecimiento
Es definida
como el incremento en el peso y la talla en un determinado periodo de tiempo
con variaciones significativas según la edad y el sexo. Según la edad se pueden
distinguir tres periodos:
Un periodo
de crecimiento rápido, que comprende los cuatro primeros años de vida,
caracterizado por una disminución progresiva de la velocidad desde 25 cm el primer
año, a 12 cm el segundo año, 10 cm el tercer año y 8 cm el cuarto año.
Un periodo
de crecimiento más lento y sostenido, desde los cuatro años hasta el inicio
puberal, con una velocidad de crecimiento que varía entre 4.5 a 7.0 cm/año.
Un nuevo
periodo de crecimiento rápido durante el desarrollo puberal, en que la
velocidad.
CRECIMIENTO:
Aumento del tamaño corporal producto de la multiplicación de las células y del
aumento del tamaño celular
DESARROLLO:
Ordenamiento especial de las celulas en órganos y tejidos, su organización en
sistemas, la adquisición gradual en especificidad y capacidad funcional
semejante al adulto.
1.1.1.1.- Etapa biológica.
¿Cuáles son las
etapas del desarrollo humano?
Las etapas del desarrollo humano son una serie de cambios biológicos,
físicos, emocionales, psicológicos y sociales que atraviesan las personas a lo
largo de su trayectoria vital.
El ciclo de vida de una persona idealmente implica siete etapas de
desarrollo humano:
·
Fase prenatal o embarazo
·
Infancia
·
Niñez
·
Adolescencia o pubertad
·
Juventud
·
Adultez
·
Ancianidad o vejez
Cada una estas fases de desarrollo traen consigo una serie de cambios
que son indispensables para la evolución del individuo, de allí que sea
importante conocer las características de cada etapa.
LA INFANCIA
Es la iniciación
a la vida, el descubrir nuevas sensaciones y siempre con nuestros padres detrás
minimizando los riesgos: ¡no corras!, sujeta al niño, ¡Por Dios! Se va a caer
del armario… ¿no lo ves?, pero si se ha subido encima del armario!
Todo son
prohibiciones, con lo bonito que era empezar a escalar sin arneses y sin
cursillos. Pero nuestros padres van marcando y enfocando nuestro futuro.
Tenemos riesgos, pero es nuestra familia la que nos protege.
Según la
economía de nuestros padres tendremos en el futuro más o menos posibilidades.
Aunque tengan mucho o poco dinero, lo cierto es que ya hay padres previsores
que formalizan para sus hijos los seguros dotales, la versión moderna de la
hucha del cerdito.
¿Seguro
dotal? Si, aquel en el que el padre paga un dinero a favor de su hijo, para que
cuando alcance una edad determinada sea quien cobre el capital. En el caso que
el padre fallezca antes que se produzca ese momento, la aseguradora se hace
cargo de las cuotas pendientes de pago. Pocos niños ahorran la paga de la
semana y lo invierten, todo o parte, en fondos de inversión, pero los padres
adquirimos esa responsabilidad y prevemos el futuro.
LA JUVENTUD
Esta etapa
nos proyecta de forma diferente, los riesgos de las actividades que emprendemos
ya no se controlan por nuestros padres… Hacemos locuras sin prever muchas veces
las consecuencias, que en ocasiones recordamos con gran pavor. Claro, ¡qué bien
vendría un seguro de accidentes o de vida!, pero no se suele realizar, salvo
que pertenezcamos a una Asociación o Club y en este caso algo ya tendremos de
protección.
También hay
el ahorro… Espera, ¿qué ahorro? En estos tiempos, si no hay trabajo para los
jóvenes no hay capacidad para obrar. Entonces, siguen siendo nuestros padres
quienes vigilan ese futuro.
Aquí surge
un nuevo riesgo no siempre bien valorado por los padres: ¿qué sucedería si a
ellos les pasase algo? ¿La pensión de viudedad del padre o madre y la suya de
orfandad permitiría mantener el nivel de vida o continuar con los estudios?
Habría que reflexionar y seguramente muchos padres necesitarían un seguro de
vida que no siempre tienen suscrito.
No es tan
caro, pero muchas veces o no se valora la necesidad o se descarta pensando que
es innecesaria, o imaginándose que puede ser más caro de lo que realmente es.
LA ETAPA
ADULTA
Puede marcar
su inicio la actividad laboral. Hace unos años ser mileurista era una forma
razonable de iniciarse en el mundo laboral, y actualmente ya es casi una
utopía: empezamos por ser becario sin retribuir, luego poco retribuido, y se
ven los 1.000 € como un espejismo en el desierto. Y aun así empiezan las
obligaciones: queremos independizarnos, adquirimos autonomía, podemos llegar a
formar una familia, incluso terminar
hipotecando una casa, tener a su vez nuestros hijos etc., etc.
Aunque cada
vez todo esto se va consiguiendo a edades más tardías, y aunque muchas veces se
adquieren más obligaciones que derechos, sin duda hemos de reflexionar una vez
más sobre el futuro, y ya cada vez con menos intensidad con la ayuda de
nuestros padres.
Surge, sin
duda la necesidad de pensar en la jubilación… ¿jubilación?, ¿con 30 años?,
¿estamos locos?… Pues sí, es el momento: ¡cuanto antes empecemos a
acostumbrarnos, mejor! Dejarlo para cuando queden pocos años significará que
para alcanzar un mismo capital precisemos un esfuerzo muy superior: cuanto
antes se empiece mejor, con tiempo capitalizaremos más. Pero hay que empezar…
Y la salud,
nuestra y de nuestra familia, y el patrimonio que hemos ido adquiriendo con
nuestra vivienda, y el coche, y los posibles daños que fortuitamente podamos
causar a otras personas y que hemos de responder nosotros mismos… En medio de
innumerables obligaciones de pago, surge la necesidad de protegernos a nosotros
mismos, a los nuestros y a nuestros bienes y propiedades.
LA MADUREZ
La etapa de
madurez supone la liberación de numerosas obligaciones: acabamos de pagar la
hipoteca, nuestros hijos se hacen mayores y consiguen ser independientes, por
tanto liberamos una capacidad de ahorro mayor que permite invertirla… y hemos
de hacerlo con la seguridad de que mantengamos el ahorro, dado que la esperanza
de vida cada vez mayor, y probablemente con buen estado de salud hará que
tengamos mucho tiempo libre y con capacidad de disfrutarlo.
Pero el
nivel de vida que deseemos alcanzar en ese momento vendrá influenciado de cómo
hayamos actuado en las etapas anteriores de nuestra vida. En estas dos
siguientes etapas surgen por tanto dos necesidades específicas de protección y
previsión ya al margen de nuestros padres, aunque ahora seamos nosotros los que
protejamos a nuestros hijos.
1.3.1.- Políticas de salud en relación del grupo
materno infantil.
FUENTE: https://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/programa-de-salud-materna-y-perinatal-cnegsr-12031
Programa de
Salud Materna y Perinatal
La promoción
de la salud y la prevención de enfermedades constituyen el eje fundamental de
la salud pública, por ello, son componentes esenciales del modelo de atención a
la salud en México.
La salud
materno-paterno-infantil, constituye un trinomio de interacción y complementación,
entre los individuos y su entorno, cuyo objetivo es básico en el desarrollo del
curso de la vida, es donde descansa la reproducción biológica y social del ser
humano, condición esencial del desarrollo de las familias.
El Programa
de Salud Materna y Perinatal es el instrumento de la política nacional de salud
con el que se busca contribuir al cumplimiento de dos de los ocho Objetivos de
las Metas del Milenio que el Gobierno de México hizo suyos, junto con 189
países más, al adoptar la Declaración del Milenio en el año 2000.
El Programa
plantea la necesidad de mejorar la calidad de los servicios de salud, su
efectividad, el seguimiento y la rendición de cuentas y lograr que se
disminuyan los rezagos en salud que afecta a la población. Coordina y articula
las acciones que permitan a los Servicios de Salud del país brindar a las
mujeres en edad fértil, embarazadas y sus parejas información y atención en:
Atención pre
gestacional, prenatal integral, efectiva, oportuna y programada, a toda mujer
en edad fértil
Control
prenatal integral
Consejería
durante la edad fértil, el embarazo, parto y puerperio en metodología
anticonceptiva y anticoncepción post-evento obstétrico (APEO), con énfasis en
adolescentes y mujeres con enfermedades concomitantes; así como consejería
desde el embarazo durante el parto y el puerperio para una lactancia exitosa.
Acceso a la
atención de la emergencia obstétrica (AEO) e integración de los servicios de
urgencias y formación de los Equipos de Respuesta Inmediata (ERI).
Atención
obstétrica de bajo riesgo en el primer nivel y manejo calificado en el segundo
nivel y de la emergencia obstétrica, con intervenciones de probada eficacia
Cesáreas por
indicación médica únicamente
Envío de
pacientes con emergencias obstétricas y neonatales de manera efectiva y manejo
de eslabones críticos y morbilidad severa para prevenir la muerte
Prevención
del parto prematuro
Reanimación
neonatal adecuada
Atención neonatal,
vigilancia del crecimiento y difusión de signos de alarma, elaboración de tamiz
neonatal metabólico y auditivo
Fortalecer
en coordinación con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y
el SIDA (CENSIDA) las medidas para prevenir la transmisión vertical del VIH y
la sífilis congénita, así como el seguimiento al recién nacido, en todos los
niveles del Sistema Nacional de Salud
Fortalecer y
desarrollar acciones, específicas para la prevención, detección y manejo de los
defectos al nacimiento
Fomentar la
alimentación de calidad con micronutrientes que favorezcan la salud materna y
fetal.
Impulsar la
lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y en caso de las
mujeres con VIH brindar consejería sobre las alternativas para la alimentación
infantil.
Además, se
trabaja en la vinculación transversal con los programas del Centro Nacional de
Equidad de Género y Salud Reproductiva para fortalecer las acciones y suma
esfuerzos para el cumplimiento de las metas, así la coordinación con los
Programas de Planificación Familiar y Anticoncepción, Salud Sexual y
Reproductiva para Adolescentes, Igualdad de Género, Prevención y Atención de la
Violencia Familiar y de Género, así como con otros programas transversales de
enlace de la Secretaría de Salud
Otras
actividades del Programa de Salud Materna y Perinatal son:
Sensibilizar
y capacitar al personal de salud del país para brindar atención materna y
perinatal segura, competente y respetuosa de los derechos humanos.
Fortalecer e
impulsar los Comités de Prevención, Estudio y Seguimiento de la Morbilidad y
Mortalidad Materna y Perinatal para identificar deficiencias y corregirlas.
Supervisar
el desarrollo del Programa a nivel estatal y dar seguimiento a las desviaciones
y recomendaciones emitidas
Dar
seguimiento al uso eficiente de los recursos y su vinculación con resultados
Programa de
Desarrollo Comunitario
Las acciones
Comunitarias en su conjunto son la principal estrategia para prevenir la muerte
materna y perinatal; así como para controlar oportunamente la morbilidad
materna.
El Programa
de Salud Materna y Perinatal ha establecido a poyar y conducir acciones
comunitarias sustantivas a nivel nacional, para coadyuvar a la disminución de
la mortalidad materna y del recién nacidos a través de la promoción y creación
de equipos de trabajo entre los miembros de la comunidad, las autoridades
locales del municipio, del estado y de la federación para crear y hacer
funcionar redes de apoyo social, vinculadas a las redes de atención médica, que
aseguren el acceso oportuno de las mujeres durante el embarazo, el parto, el
puerperio y del recién nacido a los servicios de salud.
Entre las
diferentes acciones que se han implementado, se encuentran:
El
levantamiento de censo domiciliario de embarazadas que permite identificar a
las embarazadas que residen en la comunidad, identificar oportunamente
condiciones de riesgo para el embarazo y su atención oportuna.
Desarrollo
de redes sociales para el apoyo de las mujeres embarazadas, con la
participación de autoridades municipales, de autoridades de salud, de la
sociedad civil y de la comunidad en general. Para su establecimiento se brindan
talleres donde se analizan las necesidades de la comunidad y se establecen
acuerdos de cooperación que culminan con el establecimiento de Posadas AME,
Traslados AME u otros apoyos.
Posadas para
el apoyo de la Mujer embarazada (Posadas AME) que favorecen el acceso oportuno
a los servicios de salud. Se diseñaron para mujeres que residen en localidades
dispersas o que se ubican a más de dos horas de un servicio de salud y
requieren atención especializada durante el embarazo, el parto o el puerperio o
para sus hijas(os). Se ubican cerca de un hospital con capacidad resolutiva, a
no más de 10 minutos de distancia
Traslados
AME que permiten el traslado de una embarazada o puérpera ante una emergencia
obstétrica.
Madrinas y
padrinos comunitarios que brindan acompañamiento a la mujer gestante o puérpera
para propiciar el control prenatal, la identificación de signos de alarma
durante el embarazo, parto, puerperio o del recién nacido.
La
elaboración del Plan de Seguridad que elaboran conjuntamente la mujer
embarazada con sus familiares, en lo posible, y el personal de salud, que
permite la reflexión y la toma de decisiones efectivas al iniciarse el trabajo
de parto o ante una emergencia obstétrica. Le permite a la mujer reflexionar
anticipadamente sobre
Identificación
de Señales de Alarma que da oportunidad de las mujeres de buscar oportunamente
atención médica.
Capacitación
a parteras tradicionales para que brinden atención del embarazo, parto y
puerperio en un marco se seguridad para la gestante.
Contratación
de Enlaces interculturales que realizan la función de Intérpretes traductores
hablantes de lengua indígena, que se ubican en hospitales o en Posadas AME de
comunidades donde predomina la población hablante de lenguas indígenas
El Programa
de Salud Materna y Perinatal también brinda un servicio telefónico 24 Hrs. A
través de la línea 01800 Materna los 365
días del año para la orientación de las mujeres gestantes o puérperas y sus familiares
o para la atención de quejas de los servicios de salud.
1.4.1.- Recursos nacionales e internacionales para
la protección de la salud de la población mexicana.
Declaración Universal de Derechos Humanos
Artículo 25
1. Toda
persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene
asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.
2. La
maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.
Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a
igual protección social.
Organización
Mundial de la Salud
Articuló las
primeras disposiciones internacionales relativas a la salud y a los derechos
humanos en el preámbulo de su Constitución (Nueva York, 1946).
• La salud
es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades.
• El goce
del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos
fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología
política o condición económica o social.
• La
desigualdad de los diversos países en lo relativo al fomento de la salud y el
control de las enfermedades, sobre todo las transmisibles, constituye un
peligro común.
Protocolo de
San Salvador
Artículo 10
Derecho a la
Salud
1. Toda
persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel
de bienestar físico, mental y social.
2. Con el
fin de hacer efectivo el derecho a la salud los Estados partes se comprometen a
reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar las
siguientes medidas para garantizar este derecho
a. la
atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia sanitaria
esencial puesta al alcance de todos los individuos y familiares de la
comunidad;
b. la
extensión de los beneficios de los servicios de salud a todos los individuos
sujetos a la jurisdicción del Estado;
c. la total
inmunización contra las principales enfermedades infecciosas;
d. la
prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas, profesionales y de otra
índole;
e. la
educación de la población sobre la prevención y tratamiento de los problemas de
salud,
f. la
satisfacción de las necesidades de salud de los grupos de más alto riesgo y que
por sus condiciones de pobreza sean más vulnerables.
Declaración
de Lisboa de la Asociación Médica Mundial sobre los derechos del paciente
(1995)
Principios
• Atención
médica de buena calidad
• Libertad
de elección
•
Autodeterminación
• El
paciente inconsciente
• El
paciente legalmente incapacitado
•
Información
• Secreto
• Educación
sobre la salud
• Dignidad
• Asistencia
religiosa
El derecho a
la protección de la salud en México
Artículo 4,
CPEUM
Toda persona
tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y
modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la
concurrencia de la federación y las entidades federativas en materia de
salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del articulo 73
de esta constitución.
Ley General
de Salud
ARTÍCULO 27.
Para los efectos del derecho a la protección de la salud, se consideran
servicios básicos de salud los referentes a:
I. La
educación para la salud, la promoción del saneamiento básico y el mejoramiento
de las condiciones sanitarias del ambiente;
II. La
prevención y el control de las enfermedades transmisibles de atención
prioritaria, de las no transmisibles más frecuentes y de los accidentes;
II. La
atención médica, que comprende actividades preventivas, curativas y de
rehabilitación, incluyendo la atención de urgencias;
IV. La
atención materno-infantil;
V. La
planificación familiar;
VI. La salud
mental;
VII. La
prevención y el control de las enfermedades bucodentales;
VIII. La
disponibilidad de medicamentos y otros insumos esenciales para la salud;
IX. La
promoción del mejoramiento de la nutrición, y
X. La
asistencia social a los grupos más vulnerables.
Recomendación
General número 31
31 de julio
de 2017
Sobre la
violencia obstétrica en el sistema nacional de salud
La violencia
obstétrica tiene uno de sus orígenes en las relaciones asimétricas de poder
donde convergen el género, las jerarquías, la “lucha por la posesión del
conocimiento legitimado”, la influencia del sexismo y el androcentrismo en el
campo de la medicina, la preeminencia del parto medicalizado sobre el natural y
el ejercicio de prácticas patriarcales y autoritarias sobre las decisiones y el
cuerpo de la mujer.
El personal
encargado de proveer los servicios de salud a la gestante debe conducirse con
respeto a sus derechos humanos, situación que en algunas ocasiones no acontece,
ya que las afectaciones hacia los derechos y salud reproductiva de las mujeres,
ocurridas durante la atención al embarazo, parto y puerperio en las
instituciones de salud, son una práctica que aqueja a las mujeres y adolescentes
gestantes, sin desconocer que existen casos de niñas embarazadas.
MARCO NORMATIVO
La salud
pública y la atención médica deben constituirse en elementos fundamentales para
garantizar la protección a la salud tal como lo establece el artículo 4° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La Ley
General de Salud, reglamenta el derecho a la protección de la salud.
Artículo
31.- Para los efectos del derecho a la protección de la salud, se consideran
servicios básicos de salud los referentes a:La atención materno-infantil;
Articulo
61.- La atención materno-infantil tiene carácter prioritario y comprende las
siguientes acciones:
I.La
atención de la mujer durante el embarazo, el parto y el puerperio;
II.La
atención del niño y la vigilancia de su crecimiento y desarrollo, incluyendo la
promoción de la vacunación oportuna y su salud visual;
III. La
promoción de la integración y del bienestar familiar.
IV. La
detección temprana de la sordera y su tratamiento, en todos sus grados, desde
los primeros días del nacimiento, y
V.Acciones
para diagnosticar y ayudar a resolver el problema de salud visual y auditiva de
los niños en las escuelas públicas y privadas.
Artículo
62.-En los servicios de salud se promoverá la organización institucional de
comités de prevención de la mortalidad materna e infantil, a efecto de conocer,
sistematizar y evaluar el problema y adoptar las medidas conducentes.
Artículo
64.-
En la
organización y operación de los servicios de salud destinados a la atención
materno-infantil, las autoridades sanitarias competentes establecerán:
I.Procedimientos
que permitan la participación activa de la familia en la prevención y atención
oportuna de los padecimientos de los usuarios;
II.Acciones
de orientación y vigilancia institucional, fomento a la lactancia materna y, en
su caso, la ayuda alimentaria directa tendiente a mejorar el estado nutricional
del grupo materno infantil;
III.
Acciones para controlar las enfermedades prevenibles por vacunación, los
procesos diarreicos y las infecciones respiratorias agudas de los menores de 5
años, y
IV. Acciones
de capacitación para fortalecer la competencia técnica de las parteras
tradicionales, para la atención del embarazo, parto y puerperio.
Artículo
65.- Las autoridades sanitarias, educativas y laborales, en sus respectivos
ámbitos de competencia, apoyarán y fomentarán.
1.5.1.1.-
Programas para el grupo de población más vulnerable y para el desarrollo
integral de la familia.
UNIDAD DE ATENCIÓN A POBLACIÓN VULNERABLE | Sistema Nacional DIF | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), a través de la Unidad de Atención a Población Vulnerable, planea y coordina programas para el desarrollo integral individual, familiar y comunitario, que brinden asistencia social alimentaria, servicios de atención, cuidado y desarrollo integral infantil y de la población en situación de vulnerabilidad.
Crea e impulsa políticas públicas que promueven alternativas de solución a los problemas que generan el estado de vulnerabilidad de las poblaciones a nivel nacional; conduce la participación del organismo con los tres órdenes de gobierno en materia de asistencia social, para garantizar la protección de las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente de niñas, niños y adolescentes.
- Dirección General de Coordinación y Políticas para la Primera Infancia, Familias y Población en Situación de Vulnerabilidad
- Consejo Nacional de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil
- Dirección General de Alimentación y Desarrollo Comunitario
Estatuto Orgánico del SNDIF
http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5581023&fecha=05/12/2019
1.6.1.- Estadísticas demográficas. En Mexico.
1.7.1.- Aspectos epidemiológicos de
la etapa perinatal.
1.8 Factores biopsicosociales de la etapa
prenatal y perinatal que influyen en el crecimiento y desarrollo.
Los factores de riesgo son características o circunstancias identificables en una persona que está embarazada, en un feto y/o neonato, o grupo de personas que se asocian con un riesgo anormal de poseer, desarrollar o ser especialmente afectado de forma desfavorable por una enfermedad.
Referencias bibliográficas 1. Cerrolaza, A. J., Merce, A. L., Pozuelo, P. y Jardón, D. E. Orientaciones para la valoración del riesgo laboral y la incapacidad temporal durante el embarazo. Instituto de Seguridad Social. Documento Impreso. Madrid, 2011. p. 20. Disponible en http://www. navarro.es/Nr/rdm/yros/D9IFE499-4898-HFDDAA09-215A8AT122FA/151842/SFGOEmbarazo. pdf. Consultado el día 27 de mayo del 2011. 2. Centro Nacional de Información para Decisiones en Salud. Atención del embarazo con enfoque de riesgo. Práctica Médica Efectiva. 2000; 2(9) septiembre. pp. 5-10. 3. Couceiro, E. M. Variables biológicas y sociales de embarazadas y peso al nacer de sus hijos, controladas por el 1er nivel de atención (Salta, Argentina), Buenos Aires: Antropo, 2009; p. 8. 4. Secretaría de Salud. Prevención del embarazo no planeado en las adolescentes. México: Dirección General de Salud Reproductiva. Documento Impreso. 2002; p. 34. 5. Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia. Obstetricia I. México, Ed. eneo, 2010: 88-89. 6. Vidal, P. Y. y Orellano, R. M.Obesidad en el embarazo: un aspecto a resolver en la familia. México: Documento Impreso. 2011; p. 5. 7. Gagnon, P. D. “Trastornos hipertensivos del embarazo” en Deitra L. Lowdermilk y Cols. Enfermería Materno-Infantil. Barcelona: Ed. Harcourt Océano, 2010; p. 728. 8. Courtney, M. M. “Nutrición materna y fetal” en Deitra L. Lowdermilk y Cols. Enfermería Materno-Infantil. Barcelona: Ed. Harcourt Océano, 2010; p. 164. 9. Ramírez, A. F. Obstetricia para la Enfermera Profesional. México: Ed. Manual Moderno, 2001; p.193. 10. Domínguez, L. y P. Vigil de García. “El intervalo intergenésico: un factor de riesgo para complicaciones obstétricas y neonatales”. Clínica de investigación de Gineco-Obstetricia. Paveva, 2005; 32 (3) p. 38. 11. Gómez, L. Ma. E. y Aldana, C. E. Psicoterapia de grupo para mujeres con embarazo de alto riesgo. México: Terapia Psicológica, 2009; 27(2) p. 215. 12. Gómez, L. Ma. E. y Aldavo, C.E. Alteraciones psicológicas en la mujer en el embarazo de alto riesgo. México: Psicología y Salud, 2007; 17(1). enero – junio. p. 54. 13. Luján, D. S. Depresión en el embarazo. Buenos Aires: Obstetricia y Ginecología, 2009; 88 (982) p. 235. 14. Cevallos, Ma. I., Sandoval, S. C., Jaimes, M. E., Medina, P. G., Madero, G. S. y Fernández, A. Y. Depresión durante el embarazo: Epidemiología en mujeres mexicanas. México: Medicina Interna del imss. 2010; 48(1) p. 71. 15. Langer, A. El embarazo no deseado: Impacto sobre la salud y la sociedad en América Latina. Panamericana de Salud Pública. Paveva, 2002; 11(3) p. 192. 16. Paredes, S. S. y Cols. Violencia física intrafamiliar contra la embarazada: un estudio en base poblacional en Ometepec, Guerrero. México: Salud Pública de México, 2005; 97 (5) sept-oct. p. 3. 17. Rodríguez, V. M. A. “Factores de riesgo para el embarazo adolescente”. Medicina upb. México, 2008; 1(27) enero-junio. p. 52. 18. Tipiani, R. O. “¿Es la edad materna avanzada un factor de riesgo independiente para complicaciones maternas-perinatales?” Rev. peruana de Gineco-Obstetricia, 2006; 52(3) julio-sept. p. 179. 19. Domínguez, L. y P. Vigil de García. “El intervalo intergenésico: un factor de riesgo para complicaciones obstétricas y neonatales”. Clínica de investigación de Gineco-Obstetricia. Paveva, 2005; 32 (3) p. 38
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